Ríos, montañas y el basilisco
Con la primera misión superada y el diario de Tom Riddle en nuestro poder, llegó una segunda misión. En este caso, era el profesor Flitwick, el maestro de encantamientos el que necesitaba nuestra ayuda.
El profesor pidió a los alumnos que organizaran dos excursiones: una a un lugar donde poder practicar los hechizos ascendio, descendio y bubble-head charm y otra a un lugar en el que poder practicar bombarda, lumos y carpe retractum.
Para elegir bien dónde ir, nuestros magos y brujas tenían que conocer bien el relieve de España: sus ríos, sistemas montañosos, costas y archipiélagos.
La primera excursión requería un lugar con agua, y prepararon viajes estupendos a ríos o islas, donde además de practicar los hechizos, podrían hacer actividades acuáticas. Hasta se encargaron de buscar la empresa con la que hacer dichas actividades y el transporte con el que toda la clase iríamos hasta allí.
Durante el desarrollo de estas tareas, un día apareció un mensaje en medio del pasillo. Decía lo siguiente:
¿La cámara de los secretos estaba abierta? ¿Qué significaría eso…?
La segunda excursión requería un lugar amplio y al aire libre. Además, necesitábamos hacer noche porque lumos sólo puede ser practicada por la noche. Los magos y brujas de 5º prepararon viajes a montañas en las que poder pasar más de una noche y tener tiempo suficiente para practicar los hechizos. Al igual que para la primera excursión, buscaron el transporte y actividades que hacer allí (desde rutas de senderismo hasta esquí) y también dónde dormir: compararon distintos hoteles, hostales, albergues y campings y eligieron el que más les gustó. Hicieron cosas así de guays.
Recibieron puntos y siguieron comprando cartas. Todos habían alcanzando el nivel 2: Aprendiz patoso
Cuando acabaron las tareas, el profesor Flitwick estaba encantado y nos hizo llegar este mensaje:
Pronto muchos se dieron cuenta de la relación de la historia del basilisco que nos contaba Flitwick con el mensaje que había aparecido la semana anterior en el pasillo. La cámara había sido abierta y el basilisco andaba por el colegio. ¡Teníamos que encontrarlo!
En el mensaje de la pared escrito con sangre, habían aparecido códigos QR. Y no sólo ahí: había códigos repartidos por todo el colegio e indicaban un rastro.
Algunos códigos QR remitían a una imagen de Argus Filch (el conserje de Hogwarts) o de McGonagall. Eso indicaba que no podíamos seguir por ahí… porque el conserje y la profesora andaban cerca y no queríamos que nos pillasen buscando al basilisco. Sin embargo, había códigos que nos remitían a un sonido muy peculiar.
Sí, era parsel, la lengua de las serpientes y, por tanto, del basilisco.
Ese era el rastro que teníamos que seguir.
Al final, llegamos a un baño, y allí encontramos algo que nos iba a venir muy bien: un colmillo del basilisco.
El veneno del basilisco es tan potente, que podía destruir casi cualquier cosa. Así que no lo dudamos y destruimos el diario de Tom Riddle.
¡Hemos conseguido destruir nuestro primer horrocrux! Ya sólo nos quedan 6…
